En 2007, el Washington Post llevó a cabo un experimento en materia de “contexto, percepción y prioridades”. El periódico pidió a Joshua Bell, un violinista de fama mundial, que se colocara con su Stradivarius en una estación de metro en Washington, por la mañana, y tocara los complejos y magníficos preludios de Bach. Un millar de viajeros pasaron junto a él, pero casi nadie se detuvo para escuchar, excepto unos cuantos niños. El Post lo tituló: “las matemáticas morales del momento”. La gente tenía prisa y estaba en otras cosas, y el sombrero de Bell contenía apenas 32 dólares en monedas, apenas una parte del precio de una entrada para asistir a su recital en el Kennedy Center la noche siguiente. ¿Cuántas veces nos hemos apresurado tú o yo a través de la vida, absortos en nuestros pensamientos, sin reparar en el violín y los simples milagros que se producen en cada momento?.
Estés donde estés, hagas lo que hagas, haz una pausa. Date un respiro. La libertad cobra vida cada vez que estás presente en lugar de estar absorto en tus pensamientos. Cuando estás presente con tus hijos, tu pareja, tu jardín, tu trabajo, tu cuerpo, cobras vida. Centrado en el presente también puedes planear, reflexionar, dirigir tu vida de forma más eficaz. Cuando estás aquí, ves con mayor claridad y respondes con auténtico amor. Un corazón valiente va unido a una mayor capacidad para aceptar y abrazar lo que está aquí, ahora.