Son interesantes las palabras utilizadas por Hermann Hesse a propósito de la aceptación del propio destino, él comenta:
Usted no debería preguntar: «¿Mi actitud y mi postura ante la vida son correctas?» -pues no hay respuesta: cada actitud es tan buena
como la otra, cada una es un trozo de vida.
Mejor sería que preguntara: «Puesto que soy como soy, puesto que tengo estas necesidades y problemas que aparentemente a otros
no les afligen, ¿qué tengo que hacer para soportar a pesar de todo la vida y hacer en lo posible algo hermoso de ella?»
Y si realmente escucha la voz interior, la respuesta será aproximadamente así: «Puesto que eres así, no deberías envidiar ni despreciar
a otros por ser distintos, ni debes preguntar si tu naturaleza es o no «correcta», sino aceptar tu alma y tus necesidades como aceptas
tu cuerpo, tu nombre, tu origen, etc.: como algo dado, inevitable, a lo que hay que asentir y hay que defender, aunque todo el mundo
esté en contra.»